“Esta telenovela nos marcó”
Carina Zampini y Sebastián Estevanez hablan sobre este éxito, que culminará hoy, con público, en el Gran Rex.
Hace un mes que terminaron de grabar pero el duelo por el final aún no llegó. Para Carina Zampini y Sebastián Estevanez, Dulce amor será siempre un hito en sus carreras. Mañana, cuando compartan el último capítulo en el Gran Rex junto al público, podrán cerrar el círculo que significó una historia exitosa como la que protagonizaron. Tanto que llevó a sus fans a cortar la avenida Corrientes, el jueves pasado (ver página 4) cuando se enteraron de que no había más entradas para el ver el final en el teatro.
“Mi balance es positivo por donde lo mire: me tocó una heroína, Victoria, que no fue como las tradicionales de las telenovelas. Ella es inteligente, con carácter, fuerza. Y me acercó al público de una manera increíble. No deja de sorprenderme la cantidad de mujeres que se sintieron identificadas”, dice Zampini, entre los restos de la vieja escenografía. “Me encantó, además, trabajar con todo el equipo y con la familia Estevanez; me llevó un recuerdo muy placentero de estos 17 meses juntos”.
Cuando empezó el proyecto, ¿imaginaron que iba a generar tanto fanatismo?
Estevanez : En ese momento sentíamos que había algo mágico y que podía funcionar. Se generó mucha química entre todos: con Carina, con Georgina (Barbaro-ssa), con Juan (Darthés). Nos tiramos a la pileta con la idea de disfrutar siempre con trabajo, respeto y humildad. Pero nunca imaginamos que podía llegar a pasar algo tan fuerte. Nos sorprendimos día a día y seguimos laburando con la misma garra más allá del éxito, y eso mantuvo el equilibrio.
Zampini : Lo vivimos con naturalidad, y lo disfrutamos con ese público tan particular, tan expresivo, que tuvo la novela, que nos bancó siempre. Fue un aguante increíble y estamos agradecidos por eso.
Estevanez : Esta telenovela nos marcó a Carina y a mí, y creo que a muchos, es un antes y un después en nuestras carreras.
Dulce amor es la novela que más satisfacciones me dio.
Zampini : Pasó algo que no sucede a menudo, que tiene que ver con la química, que no se puede inventar. Y la gente recibe casi como verdadera la historia. Creo que es porque tenemos un código de barrio parecido, nos entendemos y conectamos en los mismos lugares.
Tanto funcionó el código que, en algún momento, circularon rumores de romance en la vida real de los protagonistas. Ellos se encargaron de desmentirlo y aún se diviertan con la fantasía que siempre cruza la vereda de la ficción.
Estevanez : Nosotros nos divertimos mucho proponiendo cosas que después quedaban. Nosotros creíamos que los personajes se excitaban tratándose de usted, por ejemplo. Nos reímos mucho con eso y se instaló. En las grabaciones vivíamos tentados de risa y se contagiaban hasta los directores.
Zampini : Yo me aguantaba más porque soy correcta. Todo el mundo fue generoso, al servicio del conjunto. La gente percibió la buena onda. Y además, se transmitieron valores: la familia, la amistad, el trabajo, el amor.
Estevanez : Marcos me enseñó mucho a mí. Y lo de mañana con el público va a ser soñado.
¿Les gustaría trabajar juntos de nuevo?
Estevanez : Nos encantaría pero por ahora no hay nada en concreto. Sería divertido invertir los roles: que ella sea Marcia y yo, Víctor. Estaría bueno.
